A medida que las empresas se expanden, los líderes organizaciones deben tomar diferentes decisiones con el objetivo de mejorar la forma de operar y potenciar el crecimiento. Centralizar los procesos de RRHH es una de las más relevantes.
Cuando este departamento, transversal a todos los sectores corporativos, unifica sus tareas y las agrupa en un mismo sistema, aumenta la eficiencia, incrementa la productividad, garantiza el cumplimiento normativo y optimiza la experiencia de los empleados.
Centralizar los procesos del área de Recursos Humanos significa consolidar todas las tareas, procedimientos y datos relacionados con el talento humano en un único lugar o sistema, evitando la dispersión entre diferentes locaciones, departamentos o plataformas.
Cuando todas las actividades y la información referente a colaboradores están concentradas en un solo lugar, las organizaciones pueden sacar un mejor provecho de los datos y, al mismo tiempo, agilizar sus operaciones, contribuyendo a una toma de decisiones más estratégica.
Asimismo, la centralización brinda la posibilidad de estandarizar todas las políticas y procedimientos organizacionales que refieren a la gestión del talento. De esta manera, garantiza que las prácticas de RRHH sean coherentes en todas las filiales y sedes, más allá de su ubicación.
Lejos de ser aspectos sin importancia, hoy en día, la agilidad, la precisión y la fiabilidad son cualidades clave para atraer y retener a los mejores colaboradores, así como también para potenciar la marca empleadora.
A diferencia de lo que sucede en las empresas que adoptan una administración de RRHH centralizada, cuando las funciones están descentralizadas, se distribuyen entre diferentes departamentos y ubicaciones. Esto implica que cada uno de ellos se vuelve responsable de gestionar sus propias necesidades de Recursos Humanos.
Si bien algunas organizaciones aún funcionan de esta manera, lo cierto es que la descentralización presenta algunos inconvenientes.
En primer lugar, la administración no unificada puede dar lugar a incoherencias en la gestión del talento. Si no existe un departamento de RRHH centralizado que brinde orientación y garantice que las políticas y procedimientos están estandarizados en toda la compañía, pueden aparecer divergencias en las prácticas del área.
Esta falta de coherencia puede minar la satisfacción de los colaboradores y, al mismo tiempo, dificultar la labor del personal de Recursos Humanos.
También puede incrementar los errores y comprometer el cumplimiento normativo, obligando a las organizaciones a destinar recursos para monitorear manualmente los datos para corregir equivocaciones u omisiones, a fin de evitar multas y daños a su reputación.
Por otro lado, descentralizar los procesos impacta negativamente en la eficiencia. Distribuir funciones en distintas locaciones, sistemas o departamentos aumenta el riesgo de errores, así como de duplicación de la información.
Unificar los procesos de Recursos Humanos en un solo lugar, ubicación y sistema aporta numerosos beneficios para las organizaciones.
Cuando los procedimientos se estandarizan, se elimina la duplicación de datos y tareas, lo que deriva en una gestión del área mucho más eficiente.
A su vez, en los departamentos que funcionan de manera estandarizada, la carga laboral del personal se ve reducida, así como la necesidad de ejecutar tareas de comprobación y corrección de información. Gracias a esto, los profesionales de RRHH pueden abocarse a actividades estratégicas para el crecimiento del sector.
Con toda la información de los trabajadores almacenada y disponible en un solo lugar, las posibilidades de que haya errores, redundancias e incoherencias se reducen notablemente.
En este sentido, centralizar los procesos de RRHH garantiza que los datos sean precisos y fiables, haciendo posible la toma de decisiones informada.
Mantener múltiples sistemas y procesos aumenta el gasto organizacional, obligando a las compañías a destinar recursos económicos para operar con diferentes plataformas, así como para capacitar a los colaboradores sobre los procedimientos y políticas a aplicar.
La centralización elimina esta necesidad, permitiendo que las empresas asignen sus presupuestos de manera más eficiente.
Garantizar el compliance es un aspecto clave para las empresas, ya que la falta de cumplimiento de las regulaciones vigentes puede derivar en sanciones, problemas legales y daños a la reputación frente a clientes, partners y empleados.
Un departamento de Recursos Humanos que opera de manera centralizada cuenta con procesos estandarizados y herramientas que facilitan las actualizaciones cada vez que se registran cambios en la normativa.
Por eso, gracias a la centralización, las compañías se pueden ajustar a las regulaciones en vigor, garantizando el compliance.
Cuando los empleados perciben que las políticas, los beneficios, el funcionamiento y la comunicación del área de Recursos Humanos está centralizada y es idéntica para todos, su experiencia se ve potenciada.
Al aumentar su satisfacción, se incrementa también su motivación y su compromiso con la compañía.
Centralizar los procesos de RRHH es un movimiento estratégico para alcanzar la eficiencia, potenciar la experiencia de los colaboradores e impulsar el crecimiento. En Napsis, ponemos a tu disposición una herramienta que te permite condensar diferentes funciones del área en una única plataforma. ¿Querés saber más? Contactanos.