Aunque algunas compañías parecen no tenerlo en cuenta, la satisfacción del empleado es un parámetro clave para alcanzar el éxito empresarial. Un colaborador conforme con la organización para la cual trabaja es una persona comprometida con el bienestar de toda la estructura corporativa.
Si bien el agrado –así como el descontento– de los trabajadores puede estar relacionado con diferentes cuestiones, medir el grado de satisfacción es clave para poder implementar acciones que permitan mejorar la Employee Experience. A continuación, te brindamos algunas herramientas para poder calcularla.
La satisfacción del empleado está relacionada con los sentimientos que tienen los colaboradores respecto de su trabajo, el desempeño y las funciones que deben realizar. Depende de diversos factores, como las condiciones laborales, las oportunidades de crecimiento, la flexibilidad horaria y los resultados obtenidos en el desempeño de sus tareas, entre otras cuestiones.
Pero ¿para qué sirve tener colaboradores satisfechos? De acuerdo a un estudio realizado por la consultora McKinsey & Company, el 40% de los trabajadores está dispuesto a abandonar su puesto como consecuencia de la insatisfacción laboral.
Esto implica que satisfacer a los empleados es clave para retener el talento, especialmente en el contexto actual, en el cual es habitual que la fuerza de trabajo busque posiciones que, además de ofrecerles remuneraciones acordes a su perfil, les parezcan atractivas en términos de beneficios o del llamado salario emocional.
A su vez, los empleados contentos, no solamente se quedan en aquellas compañías que les brindan satisfacción –convirtiéndose a menudo en sus embajadores–, sino que también llevan adelante sus tareas de manera más eficiente, son más productivos y mantienen una actitud positiva que ayuda a crear un ambiente motivador que impulsa el alcance de los objetivos.
Ahora bien, no basta con saber en qué consiste la satisfacción laboral. Para sacar el máximo provecho de este concepto es preciso que las organizaciones pongan en marcha mecanismos que les permitan medir el grado de contento o descontento de los colaboradores.
Medir la satisfacción del empleado les permite a las empresas:
Es importante entender que medir la satisfacción del empleado es imprescindible para descubrir qué elementos causan descontento e implementar mejoras lo antes posible.
Para llevar adelante la medición del grado de satisfacción de los colaboradores, las empresas se valen de instrumentos basados en métodos cualitativos y cuantitativos. Si bien proporcionan datos diferentes, ambos brindan datos relevantes que permite conocer la percepción de los empleados y tomar acciones para impulsar mejoras.
El Employee Satisfaction Index (ESI) es una métrica cuantitativa que evalúa la satisfacción de los trabajadores y analiza si están cumpliendo o no sus aspiraciones laborales.
En términos generales se formulan 3 interrogantes:
La fórmula es ESI=(valor medio de la pregunta ÷3) × 100. A mayor resultado obtenido, mayor también es la satisfacción del empleado.
Realizar encuestas es otra de las formas de saber si los trabajadores están conformes. Generalmente, este tipo de cuestionarios combinan preguntas cerradas, que funcionan con puntuaciones del 1 al 5 –siendo 1 “nada satisfecho” y 5 “muy satisfecho”–, con preguntas abiertas, en las cuales los colaboradores pueden explayarse sobre las cuestiones consultadas de manera extensa.
Algunos interrogantes habituales son los siguientes:
Es importante que estas encuestas sean breves, simples, frecuentes y, sobre todo, anónimas para evitar que los trabajadores crean que, si colocan alguna valoración negativa, sufrirán consecuencias.
Se trata de una métrica que mide el grado de satisfacción de los empleados a través de una única consulta: “¿Qué probabilidad hay de que recomiendes tu lugar de trabajo a otras personas?”. Para responder, deberán usar una escala del 1 al 10.
Aquellos que respondan 9 o 10, son los promotores de la organización, mientras que quienes coloquen 7 u 8 se denominan pasivos. Por su parte, los que marquen del 6 al 1 son los detractores.
El cálculo es así: eNPS = [(nº de promotores – nº de detractores) ÷ nº total de empleados] x 100.
El resultado puede variar entre -100 y 100. Claro que, cuanto mayor puntaje obtenga, mejor estará haciendo las cosas. Pero, si la empresa obtiene más de 20, está por buen camino.
Ahora bien, si el eNPS marca una cifra inferior a -10, es imprescindible tomar medidas urgentes para eliminar la insatisfacción.
Por último, otra forma cualitativa de medir el nivel de satisfacción es organizar reuniones individuales con los líderes o supervisores.
Es muy importante garantizar la confidencialidad y explicarle al colaborador que su punto de vista es extremadamente necesario para conocer su percepción sobre la empresa e introducir cambios que mejoren su realidad laboral.
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