Hoy está más claro que nunca que la clave del éxito de cualquier organización está en las personas. Aunque parezca un concepto trillado —y hasta suene condescendiente—, quienes están al frente de las áreas de Recursos Humanos de las empresas pueden dar fe de lo difícil que es atraer y retener a los talentos adecuados.
Cada vez es más complicado dar con los perfiles indicados para un puesto y lograr que permanezcan en la compañía el tiempo suficiente para que estos se desarrollen y aporten valor en su función. Entonces, ¿cómo pueden las empresas conseguir ese compromiso por parte de sus colaboradores? Aquí es donde entra en juego un concepto fundamental para las organizaciones en la actualidad: employee experience.
Para definir qué es employee experience o experiencia del empleado, primero debemos situarnos en contexto. La relación que las personas tienen con su trabajo ha cambiado drásticamente durante los últimos años. El efecto que la pandemia tuvo en todos nosotros ha marcado un antes y un después en los vínculos laborales.
Por un lado, los colaboradores descubrieron —a partir de su propia experiencia— que es posible cumplir con sus tareas sin estar nueve horas sentados en una oficina, todos los días de la semana. Esto, a su vez, les permitió balancear de manera más proporcionada su vida laboral con la personal. Al mismo tiempo, cambió nuestra visión sobre qué es importante y cuáles son nuestras prioridades.
Por otro lado, las nuevas generaciones —los millennials y, en especial, los centennials— llegaron para desafiar el modelo de trabajo tradicional, con la exigencia de una mayor flexibilidad por parte de sus empleadores, además de otros beneficios enfocados en el bienestar, la capacitación y el desarrollo profesional.
Frente a este panorama, las compañías deben dar respuesta a las demandas de los colaboradores: lograr una buena employee experience es la clave para conseguirlo. Employee experience es el conjunto de vivencias y dinámicas que se dan dentro de los espacios de trabajo que hacen a la experiencia global del empleado dentro de la compañía.
Abarca cuestiones muy diversas, como las relaciones con los superiores y con los pares, las exigencias del puesto, las remuneraciones, los beneficios laborales, las comodidades del lugar de trabajo y la cultura de la empresa, entre otras.
Todos estos factores que hacen a la experiencia del empleado dentro de la empresa, se vinculan con otro concepto que hoy también está muy presente en las áreas de Recursos Humanos que es el del salario emocional. Es decir, todos los beneficios e incentivos que la organización brinda a sus colaboradores, que apuntan a mejorar su calidad de vida y su bienestar, y van más allá de la remuneración monetaria percibida.
Las empresas que comprendan que invertir en employee experience es la mejor manera de convertirse en ese lugar donde todos quieren trabajar son las que terminarán atrayendo a los mejores talentos y formando colaboradores comprometidos con el crecimiento de la compañía y del negocio.
Antes que nada, es importante aclarar que employee experience siempre existe, incluso cuando no hay un plan específico que la impulse. Todas las vivencias que tienen los empleados dentro de la compañía impactan en su desempeño y en la visión que tienen de su lugar de trabajo. Por eso, resulta tan fundamental poder tomar control sobre ese aspecto para garantizar que el impacto que tiene la empresa en el colaborador sea positivo y fomente su compromiso e identificación con la marca.
Para poder ofrecer una experiencia excelente a nuestros colaboradores, es fundamental ser conscientes de que esa experiencia comienza en el mismo momento de la captación del talento, es decir, incluso antes de que ingrese formalmente a la nómina de empleados.
Entonces, tanto el proceso de selección de personal como los procesos de onboarding, los planes de capacitación, y todas las iniciativas y beneficios que aporte la empresa con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los colaboradores van a formar parte de una buena estrategia de employee experience.
Las ventajas de tener una estrategia de este estilo son muchísimas:
Se trata, en definitiva, de que los propios colaboradores se conviertan en el centro de la organización y en los mayores embajadores de la empresa.
Existen muchas instancias en las que podemos trabajar la satisfacción de los colaboradores. Estas son algunas de ellas:
Las nuevas generaciones tienen otros tiempos y otros modos. Por eso, es fundamental crear procesos de selección de personal que sean simples, ágiles y prácticos, además de inclusivos y centrados en las capacidades de las personas.
Dicen que no hay dos oportunidades para dejar una primera impresión, y así es: el proceso de ingreso de un nuevo colaborador a la compañía tiene que ser realmente memorable. El onboarding sienta las bases de una employee experience satisfactoria, ya que es la primera sensación que se llevará el empleado de la empresa, y queremos que sea positiva.
Nada le gana a sentirse cómodo en el lugar de trabajo. Elaborar políticas de diversidad e inclusión es algo que todas las empresas deberían hacer, ya que contribuye a generar entornos en los que el respeto y la empatía están por sobre todas las cosas. Lograr una cultura empresarial que fomente estas cuestiones es fundamental para que las experiencias de los empleados sean realmente positivas.
La gran herencia que la pandemia ha dejado en el ámbito laboral es, sin dudas, el trabajo remoto. Hay quienes ya no conciben la posibilidad de trabajar de manera presencial al 100%, y esta es una cuestión que debemos tener en cuenta si queremos que la empresa continúe siendo un foco de atracción de talentos. Tener la posibilidad de desempeñar sus tareas de forma remota o híbrida es un gran diferencial para los colaboradores a la hora de elegir el lugar donde van a trabajar.
A mayor comunicación, mayor transparencia y mayor confianza. Para generar un buen ambiente laboral, es fundamental evitar el tan conocido “radiopasillo”. Hay que ser claros y directos a la hora de comunicarnos. La comunicación interna es imprescindible para mantener a los colaboradores informados y fortalecer su sentimiento de pertenencia en la empresa, lo que sin dudas tendrá un gran impacto en la experiencia de los colaboradores.
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