Ausentismo laboral, enemigo de la rentabilidad

Enfermedades, vacaciones, días de estudio, licencias por paternidad o maternidad… Los colaboradores pueden no presentarse a trabajar por diferentes causas. Si bien las faltas ocasionales forman parte de cualquier esquema organizacional, cuando el ausentismo laboral se torna frecuente —y excede los límites razonables de tiempo—, las consecuencias sobre la rentabilidad pueden ser devastadoras.

No contar con los colaboradores necesarios para llevar adelante los procesos empresariales impacta directamente sobre la productividad, empujando a las compañías a reducir sus operaciones, o bien a contratar personal adicional.

Más allá de la elección que hagan, las finanzas corporativas se verán directamente afectadas.

A continuación, analizamos cuáles son las consecuencias del ausentismo laboral y cómo reducirlo.

¿Cuáles son las principales causas del ausentismo laboral?

Los colaboradores de una empresa pueden faltar de manera ocasional al trabajo, sea de forma planificada o no planificada

Entre las ausencias programadas se encuentran las licencias vacacionales o días por mudanza, paternidad o maternidad. Por su parte, las faltas imprevistas suceden por enfermedad propia o de alguna persona a cargo, una emergencia personal o familiar, problemas en el transporte o de fuerza mayor.

Si bien las principales causas de las ausencias tienen que ver con las causas mencionadas, el ausentismo laboral también puede deberse a:

    • Estrés, agotamiento y baja moral
    • Acoso o intimidación en el lugar de trabajo
    • Depresión, ansiedad y otras condiciones relacionadas con la salud mental
    • Baja motivación y compromiso
    • Búsqueda de otro empleo

No todas las faltas son iguales. Algunas deben ser abordadas de manera integral por el departamento de Recursos Humanos a fin de preservar la integridad de los trabajadores y resguardar la imagen corporativa. 

Por ejemplo, en el caso de que las ausencias respondan a episodios de acoso e intimidación, el área de RRHH debe tomar las medidas correspondientes para ponerle un freno a la situación.

Algo similar ocurre en los casos de ausentismo por baja motivación, escenario en el cual el sector que gestiona el talento tiene que revisar la propuesta de valor organizacional para impulsar iniciativas que potencien la experiencia de los empleados.

Ahora bien, más allá de los motivos que las originen, cuando las ausencias exceden el tiempo promedio razonable, el impacto negativo sobre el bienestar de las empresas se hace evidente.

El costo real de las ausencias de los colaboradores

El impacto financiero del ausentismo laboral abarca costos directos (como baja productividad, gastos de sustituciones y administrativos) e indirectos (asociados a la falta de satisfacción de los colaboradores y la mala experiencia del cliente, entre otros).

Reducción de la productividad

Las ausencias no programadas alteran los flujos de trabajo habituales, haciendo que la ejecución de los procesos se torne más lenta.

De hecho, se estima que la pérdida de productividad debido a las ausencias planificadas alcanza el 22,6%, mientras que en el caso de las faltas no planificadas asciende a casi el 40%.

Esto se traduce en plazos incumplidos, proyectos retrasados ​​y una disminución general de la producción.

Gastos por reemplazos

Cuando un empleado se ausenta, las empresas tienen que pagar horas extra a otros trabajadores para que puedan encargarse de las tareas pendientes, o bien contratar personal temporario.

Si optan por la segunda opción, deberán hacerse cargo de los costos de capacitación de los nuevos colaboradores, así como estar preparados para los errores e ineficiencias que puedan surgir como consecuencia de la falta de familiaridad con los procesos organizacionales.

Carga administrativa

La gestión del ausentismo laboral requiere tiempo y recursos. Desde el seguimiento de las faltas hasta el procesamiento de la documentación y la gestión de la sustitución, estas tareas administrativas que recaen sobre el área de RRHH hacen que su personal no pueda dedicarse a sus funciones principales.

Disminución de la moral de los trabajadores

Cubrir frecuentemente a compañeros que se ausentan puede generar agotamiento, estrés, frustración o resentimiento en los empleados, haciendo que su motivación y compromiso se reduzcan.

A su vez, esto afecta su capacidad y productividad, lo que redunda en un servicio de menor calidad.

Mayor rotación de personal

A su vez, ¿qué sucede cuando los colaboradores tienen que hacerse cargo de las tareas de otros colegas porque estos faltan permanentemente? Pueden verse tentados a buscar empleo en otra empresa.

Si sus deseos se concretan, las organizaciones pierden dinero, ya que deben invertir recursos en reclutar, seleccionar, contratar y capacitar a nuevos trabajadores.

Problemas de calidad e insatisfacción de los clientes

Si los empleados se ausentan con frecuencia, aumenta el riesgo de que surjan errores y omisiones. Esto genera problemas de calidad con los productos o servicios, lo que puede dar lugar a reelaboraciones o incluso pérdidas de recursos.

Además, las ausencias no planificadas pueden provocar el incumplimiento de plazos, demoras en las entregas y una disminución de la calidad del servicio al cliente. Este escenario daña la imagen de las organizaciones de cara a consumidores, partners y competidores.

Impacto negativo sobre la marca empleadora

¿Por qué los empleados de tal empresa faltan con tanta asiduidad? El ausentismo laboral frecuente puede hacer que las compañías sean vistas como un lugar poco amigable para trabajar, afectando su marca empleadora y, por lo tanto, su capacidad para atraer y retener talento.

Cómo reducir el ausentismo laboral

Afortunadamente, existen algunas estrategias que ayudan a prevenir y reducir el ausentismo. Te las contamos a continuación.

Implementar programas de bienestar

Promover estilos de vida y comportamientos saludables es clave para reducir el estrés, mejorar la salud mental y física y crear una cultura organizacional positiva, lo que redunda en una mayor satisfacción y reduce la tasa de absentismo.

Algunas empresas ofrecen beneficios como membresías en gimnasios, asesoramiento nutricional, refrigerios saludables, asistencia psicológica y otras iniciativas para fomentar la salud general y promover el bienestar laboral.

Apostar por flexibilidad

Promover la flexibilidad también puede mejorar la productividad de los colaboradores y reducir el ausentismo laboral. 

Autorizar a un empleado a retirarse antes si tiene un familiar enfermo, o permitir que se tome un día libre si está muy estresado son decisiones que tienen gran impacto en la lealtad de la plantilla.

Fomentar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal

Nadie desea que su empleo se apodere de su vida personal. Cuando los empleadores respetan los horarios de trabajo, sin exigir que los colaboradores trabajen de más, las probabilidades de que se sientan agotados y estresados se reduce notablemente.

Ofrecer modalidades flexibles de contratación, como posiciones 100% remotas o híbridas, o trabajo por objetivos, mitigan el estrés y mejoran la satisfacción de los empleados, lo que lleva a que se comprometan más y falten menos.

Crear una cultura laboral positiva

Fomentar una cultura de trabajo que incentive y comprometa a los empleados, es clave para evitar el ausentismo injustificado.

Para lograrlo, las organizaciones deben propiciar la creación de un esquema de comunicación abierto y bidireccional, brindar apoyo y oportunidades de desarrollo para todos los colaboradores y optimizar las cargas de trabajo, entre otras medidas que impulsen la creación de una experiencia del empleado satisfactoria.

Invertir en el desarrollo de la plantilla

Los empleados que se sienten valorados tienen más probabilidades de estar comprometidos e involucrados en su trabajo. Invertir en oportunidades de desarrollo y capacitación demuestra un compromiso con su éxito, lo que puede generar una mayor motivación y una menor tasa de ausentismo.

Otra alternativa que brinda excelentes resultados es fomentar la autogestión, implementando soluciones que les permitan gestionar por ellos mismos diferentes aspectos asociados a su vida laboral.

Gestionar adecuadamente el ausentismo

Para abordar el ausentismo hay que comprender su alcance. Analizar las causas de las faltas permite identificar patrones y áreas de mejora.

Gracias a estos datos, es posible diseñar estrategias específicas que ataquen el origen del problema y contribuyan a reducirlo.

¿Cuáles de estas iniciativas para mitigar el ausentismo laboral implementás en tu organización? Si necesitás una herramienta que te permita controlar de manera efectiva la asistencia de tu plantilla, mandanos un mensaje.

 

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