Employee Value Proposition: cómo crear una propuesta de valor que cautive a los colaboradores
En la actualidad, quienes trabajamos en RRHH estamos familiarizados con los conceptos de Employer Branding, o marca empleadora, y Employee Experience (EX), o experiencia de los empleados. Sin embargo, no todos estamos al tanto de lo que se conoce como Employee Value Proposition (EVP).
Se trata de una noción central para el área de Recursos Humanos, ya que engloba los diferentes beneficios que una organización ofrece a sus colaboradores para lograr retenerlos dentro su plantilla, así como para atraer nuevos talentos.
En este artículo, indagamos sobre los alcances y el impacto de crear una propuesta de valor que seduzca a los trabajadores.
¿Qué es Employee Value Proposition (EVP)?
La propuesta de valor al empleado es el conjunto de beneficios que las empresas les ofrecen a sus colaboradores a cambio de los skills, capacidades, experiencia y expertise que aportan al negocio.
La EVP incluye beneficios tangibles e intangibles. En el primer grupo se incluyen la remuneración, los beneficios añadidos (descuentos en universidades, promociones en comercios, paquetes bancarios, etc.), los días por licencia vacacional anual (algunas compañías añaden días extra a los que corresponden por ley) y la flexibilidad laboral (trabajo híbrido o remoto, posibilidad de empezar la jornada en diferentes horarios, etc.).
Dentro del segundo grupo se encuentran las oportunidades de carrera, la cultura organizacional y la construcción de un ambiente de trabajo ameno.
La propuesta de valor al empleado juega un rol central para las organizaciones, ya que cuando está adecuadamente planteada:
- Reduce la rotación de personal. De acuerdo con Gartner, las organizaciones cumplen aquello que prometen en su EVP reducen la rotación en un 69%. Esto sucede porque los trabajadores se sienten reconocidos y valorados por la empresa para la cual prestan servicios.
- Aumenta el compromiso de los empleados. Cuando los empleados saben para qué y por qué trabajan y son conscientes de que la compañía que los contrató está comprometida con su bienestar, se sienten más motivados y comprometidos. Este punto es clave porque los equipos altamente comprometidos incrementan la rentabilidad hasta en un 23% y mejora la fidelidad de los clientes hasta en un 10%.
- Mejora la performance. Los empleados satisfechos son más productivos. Cuando las organizaciones satisfacen sus aspiraciones ofreciéndoles remuneraciones competitivas, oportunidades de crecimiento profesional y beneficios que apuntan a su bienestar, su productividad y rendimiento mejoran notablemente.
- Reduce los costos. Aquellas organizaciones que atraen y retienen al mejor talento reducen los costos de reclutamiento y contratación, así como los gastos asociados a la capacitación y el onboarding que supone contratar nuevos colaboradores tras una fuga de talentos.
EVP y marca empleadora, parecidas pero diferentes
Aunque similares, Employee Value Proposition y Employer Branding son conceptos que tienen diferentes significados.
La EVP representa el valor y la relación que una organización proporciona a sus trabajadores, mientras que la Employer Branding es la reputación pública que tiene la empresa como empleadora.
A pesar de ser términos diferentes, en cierto sentido son las dos caras de una misma moneda. La propuesta de valor al empleado desempeña un papel fundamental en la construcción de la marca empleadora, ya que ayuda a comunicar el valor que tiene trabajar para la organización, tanto para los empleados actuales como para los potenciales.
Además, brinda la posibilidad de que las compañías destaquen más allá de la retribución y los beneficios tangibles que ofrecen, comunicando su cultura, misión y valores empresariales, así como las ventajas exclusivas de trabajar en ella.
7 pasos para crear una employee value proposition efectiva
¿Querés crear o renovar la EVP en tu organización? Estos pasos te ayudarán a lograr una propuesta de valor al empleado efectiva, que retenga a los colaboradores e impulse la contratación de nuevos talentos.
Definir qué es la EVP para la empresa
Las empresas no son todas iguales y sus EVP tampoco lo son. Por eso, lo primero es definir qué constituye una propuesta de valor para la organización, estableciendo los elementos que la compondrán.
La elección tendrá que ver no solo con los valores y cultura organizacionales, sino con cómo la empresa quiere posicionarse ante sus colaboradores y el mercado laboral, así como con los objetivos que quiere alcanzar.
La clave es que la EVP que se construya refleje realmente la identidad única de la compañía.
Evaluar la Employee Value Proposition vigente
Luego, es preciso analizar en qué punto se encuentra actualmente la propuesta de valor que la compañía ofrece a sus trabajadores.
Para lograrlo, el personal de RRHH debe evaluar los diferentes elementos que componen la EVP, teniendo en cuenta la percepción de los actuales empleados sobre la remuneración, la cultura corporativa, las posibilidades de crecimiento y los planes de carrera, el ambiente de trabajo, los beneficios y recompensas y la promoción del bienestar laboral.
Analizar el feedback de los empleados
Los resultados del relevamiento revelarán aquellas áreas en las que la EVP no está siendo tan efectiva, a fin de poder mejorar la propuesta.
¿Qué es lo que los trabajadores destacan? ¿Qué es lo que los motiva a quedarse en la empresa? ¿Existe algún beneficio que no esté incluido en la propuesta de valor que les gustaría recibir? ¿Qué puntos consideran que podrían ser mejorados?
Elaborar la EVP
Una vez recabados estos datos, llega el momento de redactar una Employee Value Proposition que sea lo suficientemente amplia como para atraer y retener a un amplio abanico de personas y perfiles, desde principiantes hasta profesionales de alto nivel.
Vale aclarar que las EVP son exclusivas de cada organización, ya que reflejan su misión, valores, propósito y objetivos.
Además, para ser eficaces, deben ser auténticas, es decir, incluir afirmaciones y promesas que se puedan cumplir.
Buscar feedback interno
Para que una EVP sea exitosa, debe ser aceptada —e implementada— por los líderes empresariales. Por eso, una vez que haya sido creada, es fundamental difundirla entre los responsables de RRHH, la dirección ejecutiva y los managers de cada sector.
De esta manera, es posible analizar si todas las promesas incluidas en la propuesta de valor pueden ser cumplidas, o bien, si es necesario introducir cambios para no generar conflictos y desilusiones entre los colaboradores.
Comunicar la propuesta de valor
La Employee Value Proposition no es un documento interno que permanece oculto. Por el contrario, debe ser divulgada efectivamente a los trabajadores actuales y potenciales.
Sitio web de la empresa, páginas de empleo, portal de beneficios para empleados, descripciones de posiciones abiertas, materiales de marketing y publicidades son algunos de los canales a través de los cuales la EVP puede comunicarse.
Monitorear y revisar la EVP
La propuesta de valor al empleado tampoco es un documento estático, sino una herramienta que necesita gestión, supervisión y revisión constantes para seguir siendo relevante.
En este sentido, puede tener que cambiar a medida que el mercado laboral o el sector productivo se transformen. Por eso, para mantenerse al día, las organizaciones deben revisar periódicamente su EVP, recabando las opiniones de empleados actuales y salientes.
Contar con una herramienta digital que fomente la autogestión de los colaboradores y libere al personal de RRHH de tareas rutinarias e iterativas es un punto clave para lograr una Employee Value Proposition eficiente. Si necesitás implementar una solución de estas características en tu empresa, mandanos un mensaje.