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Marca empleadora: 5 estrategias para gestionarla durante una crisis

Escrito por Contenido Napsis | 6/11/25 13:39

Parte intrínseca de la identidad corporativa, la marca empleadora cumple un rol fundamental en la atracción y retención del talento. Su importancia es tal que es uno de los primeros elementos que se pone a prueba cuando una organización atraviesa una crisis.

Ante cualquier situación adversa que perjudique la imagen de una organización, la atención no debe centrarse únicamente en el público y los clientes. Proteger la marca empleadora exige una evaluación rigurosa de cómo la empresa es percibida por sus propios empleados y por el talento que busca atraer

Una gestión proactiva y transparente en tiempos difíciles es crucial para mantener la confianza del talento y salvaguardar la reputación de la organización a largo plazo.

En esta nota, abordamos qué cuestiones pueden poner en jaque a la marca empleadora y revelamos qué estrategias permiten gestionarla de manera efectiva durante circunstancias turbulentas, consolidando a las compañías como instituciones fiables dentro del mercado laboral.

¿Qué factores pueden poner en crisis la marca empleadora?

También conocida como Employer Branding, se trata de la reputación que una empresa tiene como lugar de trabajo.

No se trata solo de la percepción pública general de la compañía, sino de la imagen que proyecta, tanto a sus empleados actuales como a los potenciales. En esencia, es un conjunto de estrategias diseñadas para construir y comunicar la propuesta de valor que la organización ofrece al talento disponible.

En este sentido, tiene un doble objetivo: atraer a los mejores candidatos del mercado laboral y retener a los colaboradores actuales, optimizando la Employee Experience (EX) para asegurar la satisfacción de los colaboradores y potenciar el compromiso de la plantilla.

Ahora bien, existen algunos factores que pueden influir negativamente en la percepción de los colaboradores actuales o potenciales, poniendo en crisis la marca empleadora. Los más habituales son:

  • Experiencia del empleado deficiente. El descontento laboral es un factor crítico. Problemas como una gestión de desempeño inadecuada, pocas oportunidades de crecimiento o un ambiente de trabajo poco saludable impactan directamente en la satisfacción de los empleados y, por ende, en la percepción general de la empresa.
  • Mala gestión de crisis. La forma en que una organización maneja los momentos de dificultad puede tener un impacto significativo sobre la marca empleadora. Una respuesta poco adecuada, falta de transparencia o gestión poco eficiente de los conflictos reduce la confianza de los empleados y de futuros candidatos, proyectando una imagen negativa de debilidad e inestabilidad.
  • Falta de desarrollo profesional. Los empleados de hoy valoran el crecimiento. La ausencia de oportunidades para capacitarse y progresar como profesionales puede desmotivar a las personas, perjudicando la Employer Branding.
  • Desequilibrio entre vida personal y laboral. La incapacidad de la empresa para promover un balance saludable puede llevar al burnout del personal. La falta de políticas flexibles y de apoyo afecta la retención del talento y reduce el potencial de atracción de la empresa como empleadora.
  • Falta de innovación y adaptación. Las organizaciones que no se mantienen a la vanguardia de su sector pierden atractivo ante los ojos de los colaboradores potenciales o actuales. Los profesionales buscan desarrollarse en empresas que innoven, se adapten a las tendencias del mercado y ofrezcan un camino de crecimiento.
  • Cultura organizacional tóxica. Una cultura empresarial que carece de respeto, transparencia y apoyo a sus empleados es uno de los mayores peligros. Este ambiente negativo no solo provoca una alta rotación de personal, sino que también daña la reputación de la empresa a largo plazo, haciendo que sea menos atractiva para el talento.
  • Escasa Responsabilidad Social Corporativa (RSC). La ética y el impacto social cobran cada vez mayor relevancia. La falta de iniciativas en áreas como la sostenibilidad y la responsabilidad social puede afectar la percepción de la empresa, ya que hoy en día talento prefiere desempeñarse en organizaciones que demuestran un compromiso real con el bienestar de la sociedad y del medio ambiente.
  • Falta de diversidad e inclusión. La equidad y la inclusión son pilares de una marca empleadora fuerte. No hacer esfuerzos significativos en este ámbito puede ser visto de manera muy negativa, ya que aleja a profesionales valiosos que buscan entornos de trabajo equitativos y diversos.
  • Reseñas negativas en plataformas de reclutamiento. Este tipo de herramientas cumple un rol importante en la creación de la imagen de una empresa. El feedback negativo de empleados actuales o anteriores puede influir en la decisión de futuros candidatos.

¿Cómo proteger el employer branding en momentos conflictivos?

En un escenario de crisis, la protección de la marca empleadora se vuelve una prioridad estratégica. Las organizaciones que logran salir airosas de estos momentos son aquellas que actúan con transparencia, empatía y proactividad.

Después de todo, la clave reside en considerar los momentos conflictivos como una oportunidad para retomar los valores que busca proyectar en su imagen, desplegando una serie de estrategias.

Propiciar una comunicación clara y transparente

En tiempos de incertidumbre, el silencio genera rumores y desconfianza. Es vital establecer canales de comunicación directos y honestos con los empleados.

Los líderes deben comunicar las decisiones de manera clara, explicar el por qué de las acciones y responder a las preguntas y preocupaciones del equipo. Esta transparencia interna es la base para que la confianza de los colaboradores no se pierda.

Fomentar un liderazgo visible y empático

La forma en que los líderes se comportan durante los momentos turbulentos moldea la percepción de la marca.

Un liderazgo que demuestra empatía, que está presente para escuchar y que toma decisiones responsables, consolida la reputación de la empresa como un lugar donde el bienestar de los empleados es una prioridad.

Priorizar el bienestar de la plantilla

Cuando ocurre un evento disruptivo, las organizaciones deben ofrecer recursos de apoyo, flexibilidad y comprensión.

Acciones como brindar acceso a programas de bienestar, promover el equilibrio entre la vida personal y laboral, o simplemente mostrar flexibilidad ante las circunstancias personales, demuestran un compromiso genuino con el equipo.

Convertir a los empleados en embajadores de la Employer Branding

En lugar de dejar que los mensajes externos dominen la narrativa, la empresa debe potenciar las voces de sus propios equipos.

Si los empleados se sienten informados, valorados y protegidos, se convierten en los mejores embajadores de la marca. Instar a los colaboradores a compartir sus experiencias positivas en redes sociales y plataformas de empleo ayuda a reforzar la idea de que la compañía se ocupa de lo que sucede puertas adentro.

Gestionar proactivamente la reputación digital

Las plataformas de empleo y redes sociales son un termómetro de la percepción pública. Por lo tanto, es importante monitorear los comentarios y responder a las críticas de manera profesional y constructiva.

Una respuesta centrada y honesta puede transformar un comentario negativo en una oportunidad para demostrar la madurez y la disposición de la compañía para mejorar.

Proteger la marca empleadora durante situaciones adversas requiere de la acción rápida de los profesionales de RRHH y los líderes organizaciones, quienes desplegar acciones que contribuyan al bienestar de los colaboradores y, por ende a la optimización de la EX. ¿Querés profundizar sobre alguna de las estrategias para impulsar la Employer Branding en tu empresa? Contactanos.